Un trabajador con chaleco de seguridad y casco revisa documentos en un escritorio con pantallas de ordenador que muestran gráficos, en un entorno de almacén equipado con un WMS (sistema de gestión de almacenes).

WMS: qué es un sistema de gestión de almacenes y cómo elegirlo

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por Julia Boué, el 6/5/2025

7 min de lectura

Cuando las entregas se acumulan, la información llega tarde (o directamente no llega), el problema no siempre está en la organización: muchas veces, lo que falta es un sistema que esté realmente a la altura.

Un WMS (Warehouse Management System) es un software diseñado para organizar, controlar y optimizar todo lo que pasa en el almacén. Desde la recepción hasta la expedición, pasando por el almacenamiento y la preparación de pedidos, todo está conectado a datos fiables, en tiempo real.

En la práctica, permite:

  • seguir las rutas en directo,

  • asignar automáticamente el transportista adecuado,

  • centralizar la documentación,

  • asegurar la trazabilidad con los socios logísticos.

¿El resultado? Nada de andar saltando entre cinco hojas de cálculo, tres plataformas y diez hilos de mails. Toda la información clave está en un solo sitio, accesible para quien la necesita.

Un trabajador con casco amarillo escanea un código de barras en un estante dentro de un almacén, mientras sostiene una tableta. Al fondo se observa a otra persona trabajando, en un entorno gestionado con un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Funcionalidades clave de un sistema WMS

  • Planificación del transporte: los pedidos se convierten automáticamente en órdenes de carga.

  • Asignación de rutas: el sistema reparte las misiones según la disponibilidad de los transportistas, las condiciones operativas y los plazos comprometidos.

  • Transmisión directa: las instrucciones salen con un clic.

  • Seguimiento en tiempo real: el estado de cada envío (recogido, en tránsito, entregado, con incidencia) se actualiza al momento.

  • Documentación automática: cartas de porte, eCMR, albaranes… todo listo sin duplicar tareas.

  • Captura de POD (proof of delivery): la prueba de entrega se sube en cuanto se firma.

  • Preparación para la facturación: cuando el pedido llega, los datos ya están listos para generar la factura sin esperas.

¿Necesita una planificación fluida entre almacén y transporte? Pida una demo.

¿Y cuáles son los beneficios reales de un WMS?

Un almacén puede sobrevivir sin WMS. Pero normalmente implica perder 20 minutos buscando un palé, revisar tres veces el mismo pedido o fiarse de la memoria de los operarios porque la info no está centralizada.

Y cuando el volumen crece, este sistema “manual” se queda corto.

Un WMS no es solo una herramienta: es una estructura que evita que los errores, retrasos o olvidos se vuelvan la norma.

Y sobre todo, devuelve el control a quienes están en el terreno.

Reducir errores de stock y preparación

Pasa más a menudo de lo que parece: el stock teórico no cuadra con lo que hay en el almacén. Un artículo aparece como disponible pero no está, una ubicación está mal registrada, un cliente recibe lo que no ha pedido.

No es por mala intención, es que controlar todo a mano es inviable.

El WMS traza cada movimiento, entrada o salida, y lanza alertas en cuanto hay alguna desviación.

Resultado: menos tiempo perdido, menos errores que se cuelan. Acelerar el flujo de mercancías

Si un operario recorre medio almacén para nada o si dos equipos coinciden en la misma zona de picking, estamos tirando minutos a la basura.

El WMS ordena las tareas, optimiza los recorridos y asigna misiones con lógica.

Adiós a la improvisación: la información circula y el ritmo se estabiliza, sin meter más presión de la necesaria.

Dos trabajadores de almacén con chalecos de seguridad y cascos revisan información en un portátil, rodeados de palets apilados, en un entorno optimizado por un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Medir indicadores logísticos de verdad

Tener visibilidad sobre la productividad o el nivel de servicio no es un lujo. Es lo que permite decidir bien, y rápido.

El WMS mide tiempos de preparación, de espera, de ocupación por zonas, volumen procesado por estación…

💡

Y no, no son indicadores clave de rendimiento (KPI) de postureo: son palancas para ajustar recursos, anticipar picos y defender necesidades con datos reales.

Reducir costes logísticos

Menos errores, procesos más fluidos, decisiones más afinadas... Todo eso, sumado, recorta costes de forma directa.

Pero lo más importante: alivia presión sobre el equipo.

Menos reprocesos, menos confusiones, menos pérdidas de tiempo.

Es lo que garantiza que la operación aguante a largo plazo sin agotar a nadie en el proceso.

¿Cómo funciona un WMS en el día a día?

Un WMS (Warehouse Management System) estructura las operaciones del almacén de forma continua: cada movimiento queda registrado, cada dato se puede analizar y cada acción sigue una lógica clara.

El objetivo: que la información circule tan rápido como las mercancías, para mantener el ritmo sin multiplicar los errores.

Picking y packing: las dos fases que el WMS debe orquestar

En la preparación de pedidos, hay dos momentos que concentran la mayor parte del trabajo físico: el picking y el packing. También son los que más errores generan… y los que más cuestan.

  • Picking: es la recogida de artículos en el almacén. El operario sigue una lista, recorre los pasillos y recoge los productos correctos. Este proceso puede representar hasta el 60 % del tiempo total de preparación. Por eso es clave optimizar cada gesto.

  • Packing: una vez recogidos los productos, se embalan conforme a los requisitos logísticos o del cliente: peso, volumen, tipo de embalaje, etiquetado… AAquí se asegura la conformidad final del envío.

Un WMS bien configurado no se limita a organizar tareas: las encadena de forma inteligente, siguiendo un flujo optimizado. Asigna las misiones a la persona adecuada, en el momento justo, y registra cada acción en tiempo real.

Más allá del picking y el packing: módulos avanzados

  • Cross-docking: los productos entran y salen sin pasar por almacenamiento, reduciendo tiempos y costes de manipulación.

  • Kitting: agrupación de componentes de un producto final, listos para expedir, para agilizar la preparación.

  • Slotting dinámico: reorganización continua de las ubicaciones según rotación, temperatura o similitud, para minimizar desplazamientos.

Más visibilidad con trazabilidad completa e indicadores fiables

Persona operando un dispositivo de control manual con un botón rojo de parada de emergencia, cerca de maquinaria industrial en un entorno de fabricación gestionado mediante un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Para mantener el control en un entorno cada vez más complejo, es imprescindible saber qué ha pasado, dónde y cuándo.

Aquí entra en juego la trazabilidad operativa: evita perder tiempo buscando el origen de un problema.

El WMS registra cada movimiento con fecha, hora, operario, ubicación y tipo de acción. En unos clics se accede al historial completo de un pedido o de un artículo.

Resultado: menos disputas, mayor capacidad de reacción ante imprevistos y una trazabilidad lista tanto para clientes como para auditorías internas.

Visualizar el proceso mediante un esquema funcional

Diagrama de flujo que ilustra un sistema de gestión de almacenes: procesos de entrada, almacenamiento, preparación y expedición con iconos y texto en español.

  • Entrada: identificación, control, integración en el stock

  • Almacenamiento: asignación según rotación, volumen, compatibilidad

  • Preparación: agrupación de pedidos, guías de recorrido, validación

  • Expedición: impresión de etiquetas, sincronización con el TMS, carga del POD (proof of delivery)

El WMS actúa como una columna vertebral: enlaza acciones, datos y herramientas sin interrupciones entre fases.

Optimizar el rendimiento del WMS con el equipo adecuado

Un WMS no rinde al máximo si no se apoya en el equipamiento adecuado. Para cumplir su promesa, necesita dispositivos capaces de transmitir la información correcta, en el momento justo, sin frenar la operativa.

¿Para qué sirve?

Sirve para escanear referencias, imprimir etiquetas o consultar tareas sin bloquear al operario ni obligarlo a volver a la oficina.

¿Cuándo conviene planteárselo?

Cuando los equipos pierden más tiempo buscando información que ejecutando tareas. O cuando los errores derivan de dobles registros, etiquetas que no se imprimen o procesos aún en papel.

¿Qué aporta al WMS?

El equipamiento logístico sirve como interfaz directa entre el sistema y el terreno. Los datos fluyen en tiempo real, las tareas se validan sin volver a escribir nada, y cada acción queda registrada sin pérdida de información.

Equipamiento recomendado

  • Escáneres portátiles de códigos de barras (RF o Bluetooth)

  • Terminales móviles o tablets industriales

  • Auriculares con picking por voz

  • Impresoras de etiquetas, albaranes, eCMR

  • Básculas conectadas para control de peso

  • Carros inteligentes para preparación móvil

  • Puestos de embalaje con escáner, peso y etiquetado integrados

  • Pantallas de supervisión o displays de muelle

Estos equipos son la extensión natural del WMS. Bien elegidos y ubicados, facilitan el flujo sin entorpecer las tareas del día a día.

¿Cómo elegir el software de gestión de almacén adecuado?

Dos trabajadores con chalecos de alta visibilidad y cascos utilizan un portátil y una tableta en un almacén, rodeados de palets apilados, mientras supervisan las operaciones con ayuda de un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Elegir un WMS no se trata de comparar listas de funcionalidades.

Va de responder a una sola pregunta:

¿Este sistema va a mejorar tus flujos logísticos sin desmontar lo que ya funciona?

Identificar los verdaderos bloqueos operativos

No partas de lo que ofrece el mercado. Parte de lo que vive tu equipo cada día.

  • ¿Dónde se repiten los errores?

  • ¿Dónde se pierde más tiempo?

  • ¿Qué se vuelve inmanejable cuando sube el volumen?

El buen WMS es el que responde a tus cuellos de botella reales, no a una lista de deseos.

Verificar la compatibilidad con tu ecosistema

Un WMS que funciona de forma aislada acaba generando duplicidades.

Para ser útil, debe integrarse con lo que ya tienes: ERP, TMS, herramientas de producción, e-commerce, etc.

Antes de decidir, necesitas tener claro:

  • cómo se sincronizan los datos

  • cómo se integra con tus sistemas actuales

  • si podrá escalar con tu arquitectura IT

El objetivo: que la información fluya entre supply chain, operaciones, ventas y finanzas. Sin dobles registros, sin interrupciones.

Pero esta integración no es trivial: exige compatibilidad técnica, alineamiento de flujos y una integración limpia.

Más que una cuestión de marca, es una cuestión de arquitectura.

El buen WMS es el que encaja con tu ERP actual sin desorganizar lo que ya funciona.

De lo contrario, estarás añadiendo complejidad, no rendimiento.

Medir la adopción por parte del equipo

Sobre el papel, cualquier software puede funcionar.

Pero son tus equipos quienes lo usarán cada día.

Antes de decidir, pruébalo en condiciones reales.

Observa qué ocurre:

  • cuando llega un pedido de última hora

  • cuando se incorpora un nuevo operario temporal

  • cuando hay que corregir un error de expedición

Un buen sistema es el que aguanta bien esos momentos.

Exigir una visión presupuestaria completa

Un WMS que parece económico puede salir caro si obliga a rehacer todo lo que le rodea.

Pide una visión clara de los costes directos e indirectos:

  • licencias

  • soporte y formación

  • integraciones técnicas

  • actualizaciones

  • escalabilidad

Sin una proyección a 3 o 5 años, no se puede comparar de forma realista dos opciones.

Una persona con chaleco de seguridad amarillo se encuentra en un amplio pasillo de almacén, rodeada de estanterías llenas de cajas y paquetes, en un espacio organizado gracias a un WMS (sistema de gestión de almacenes).

¿Qué tipos de WMS existen?

No todos los almacenes son iguales.

Y, afortunadamente, tampoco lo son los sistemas WMS (Warehouse Management System).

Entre soluciones alojadas en local o en la nube, entre herramientas especializadas o generalistas, la elección depende de tus flujos, tus sistemas existentes... y tus recursos internos.

Usar un WMS on-premise

El WMS on-premise se instala en tus propios servidores, dentro de tus instalaciones.

Ofrece un control total sobre los datos y la infraestructura, lo que resulta atractivo para empresas con requisitos IT estrictos.

Pero este nivel de autonomía tiene un coste:

  • Despliegue más largo e inversión inicial elevada

  • Mantenimiento, actualizaciones y seguridad a gestionar internamente

  • Evolución limitada por los recursos técnicos disponibles

Usar un WMS en la nube (SaaS)

El WMS SaaS está alojado por el proveedor, se accede desde un navegador y no requiere instalación local.

Permite escalar rápidamente sin cargar al equipo técnico.

Ventajas clave:

  • Despliegue rápido, a veces en cuestión de semanas

  • Costes distribuidos en el tiempo, mediante una suscripción

  • Actualizaciones gestionadas directamente por el proveedor

  • Mayor agilidad para acompañar el crecimiento

💡

Consejo: durante la fase de prueba, implica al equipo operativo. Si el sistema se percibe bien desde el principio, la adopción es más fácil y se evita resistencia al cambio.

Elegir una solución sectorial o generalista

Los WMS sectoriales están diseñados para responder a necesidades muy concretas.

Algunos ejemplos:

  • Agroalimentario: trazabilidad por lote, control de temperatura, gestión de caducidades

  • Construcción: seguimiento de entregas en obra, gestión volumétrica

  • E-commerce: gestión de devoluciones, preparación masiva, integración con marketplaces

Los WMS generalistas, por su parte, ofrecen una base funcional que puede adaptarse con módulos según las necesidades.

Persona operando un dispositivo de control industrial manual cerca de maquinaria, con un botón rojo de parada de emergencia visible, en un entorno de producción optimizado por un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Ejemplos de soluciones WMS del mercado

La elección del WMS no debe basarse en la fama, sino en tu contexto real y en el feedback operativo. Aquí te presentamos cuatro referencias con un posicionamiento bien definido.

SAP EWM

  • Uso: WMS integrado en SAP, sincronizado con compras, stock y expediciones

  • Ventajas: trazabilidad en tiempo real, optimización de ubicaciones, distribución automática

  • Aspectos a considerar: despliegue complejo y necesidad de perfiles técnicos especializados en SAP

💡

Recomendado si: ya usas SAP y tienes varios almacenes automatizados

ShipHero

Uso: solución cloud para e-commerce, interfaz intuitiva

Ventajas: puesta en marcha en menos de 15 minutos, gestión multitienda

A tener en cuenta: posibles errores de stock, tarifas de transporte poco claras

💡

Recomendado si: eres una pyme e-commerce con volumen medio y buscas sencillez

Manhattan Active WMS

Uso: WMS en la nube para grandes redes logísticas

Ventajas: escalabilidad en picos, actualizaciones continuas, interfaz moderna

A tener en cuenta: coste elevado, informes con rendimiento desigual

💡

Recomendado si: gestionas varios centros con volúmenes altos

Sage X3 WMS

Uso: ERP para pymes/medianas empresas con módulo WMS integrado

Ventajas: coherencia entre finanzas y logística, despliegue ágil si ya usas Sage X3

A tener en cuenta: automatización limitada (ej. slotting manual)

💡

Recomendado si: tienes flujos moderados y necesitas un proyecto controlado

Posibles desventajas de un WMS

  • Coste elevado: licencias, integraciones, soporte, formación, mantenimiento… costes que muchas veces se subestiman sin una visión a 3–5 años.

  • Rigidez funcional: algunos WMS tienen limitaciones locales o por uso, y escalan mal si no se han previsto ciertas funcionalidades.

  • Dependencia del proveedor: actualizaciones, soporte y evolución dependen del roadmap de la empresa editora.

  • Cambio cultural: un proyecto mal acompañado puede encontrar resistencia en el terreno y retrasar el retorno esperado.

¿Cuáles son las etapas para desplegar un WMS?

Hombre trabajando en una estación de ordenador dentro de un gran almacén con estanterías altas llenas de cajas y paquetes, gestionado eficientemente mediante un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Pasar de una gestión “manual” a un control digitalizado del almacén se hace por fases. Cuatro, para ser exactos.

Seguirlas en orden permite validar cada paso y minimizar las sorpresas.

1. Realizar una auditoría logística previa

Antes de elegir un software, identifica qué bloquea realmente tus flujos.

  • Mapea las zonas sensibles: recepciones, pasillos congestionados, preparación, expediciones.

  • Registra tus indicadores actuales: productividad por hora, precisión del stock, tasa de errores, plazos de ciclo.

  • Clasifica tus necesidades: lo esencial desde el inicio, lo que puede esperar a una fase 2, lo que corresponde a otro sistema (TMS, ERP).

Con este diagnóstico en la mano, dispones de un pliego de condiciones sólido y compartido por dirección y operativa.

2. Elegir el socio adecuado para la integración

El éxito de un WMS no depende solo del software, sino de cómo se integra. Para asegurar el proyecto:

  • Selecciona dos o tres integradores con experiencia en tu sector, no solo en teoría.

  • Pide una demo con tus propios casos reales: recepción de palés, preparación de pedidos, inventario rotativo.

  • Exige un cronograma claro (pruebas piloto, despliegue, soporte) y compromisos concretos sobre tus KPIs (productividad, precisión, plazos).

  • Nombra un jefe de proyecto interno: el integrador ejecuta, tú priorizas.

3. Formar a los equipos internos

El mejor software falla si no se adopta desde el terreno. Para instaurar nuevos hábitos:

  • Organiza sesiones breves centradas en cada puesto: recepción, picking, control, supervisión.

  • Designa un “referente” por equipo para apoyar a los compañeros después del arranque.

  • Proporciona instrucciones accesibles en el muelle o en los terminales móviles.

  • Mantén un soporte activo durante las dos primeras semanas: resolver un error el mismo día es mejor que hacer un recordatorio general un mes después.

Un amplio pasillo de almacén con estanterías altas llenas de cajas y paquetes de distintos tamaños, que se extiende hacia el fondo bajo una iluminación cenital intensa, organizado con la ayuda de un WMS (sistema de gestión de almacenes).

4. Medir resultados desde las primeras semanas

La confianza se basa en resultados visibles. No dejes a los equipos sin referencias.

  • Conserva los indicadores de la auditoría como línea base.

  • Publica los mismos datos de forma regular: productividad real, tasa de errores, precisión del stock.

  • Organiza una reunión semanal entre operaciones e integración para ajustar reglas de reaprovisionamiento, ubicaciones o perfiles.

  • Comparte los avances con el equipo: es lo que consolida los nuevos hábitos a largo plazo.

¿Quién necesita realmente un WMS?

Contrario a lo que se suele pensar, un WMS no es exclusivo de las grandes superficies.

Se vuelve indispensable en cuanto la complejidad logística supera lo que se puede manejar con hojas de cálculo o un ERP genérico.

¿Tienes dudas? Revisa estos cinco puntos: si marcas dos o tres, ya no es una necesidad futura, sino una necesidad operativa.

Reconocer una logística al límite

Cuando suben los volúmenes, las carencias del almacén aparecen rápido: pasillos bloqueados, recepciones saturadas, inventarios que nunca se terminan.

Si hay que reorganizar las ubicaciones antes de cada pico, es que el control manual ya no da más de sí.

Detectar problemas de trazabilidad

Artículo perdido, código de barras ilegible, paquete marcado como “enviado” que nunca llega.

Son señales claras de trazabilidad fallida.

Un WMS garantiza el rastro: localización en tiempo real, historial de movimientos, responsabilidades asignadas paso a paso.

Menos reclamaciones y más fiabilidad, sin necesidad de añadir controles manuales.

Cargar con demasiados pedidos

¿El volumen de e-commerce o B2B se dispara? ¿El equipo sigue preparando hasta última hora y no alcanza?

El WMS optimiza la preparación: agrupación inteligente, rutas de picking, prioridades por cliente.

Mismo personal, mayor capacidad.

Persona utilizando una tableta con software de gestión de almacenes en un gran almacén, rodeada de estanterías llenas de cajas y paquetes, mientras supervisa las operaciones mediante un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Cometer errores costosos en preparación o expedición

Palés mal etiquetados, artículos que faltan, envíos al cliente equivocado: cada error erosiona el margen y la confianza.

El WMS asegura la gestión de stock: reglas FIFO/LIFO, escaneo obligatorio, control peso-volumen.

Menos errores, mejor flujo de caja.

No tener visibilidad real sobre el rendimiento logístico

¿El nivel de servicio baja y no sabes por qué? ¿Los KPIs están repartidos en múltiples excels?

Un WMS alimenta el panel de control en tiempo real: productividad por operario, rotación de productos, ocupación de zonas, tasas de ruptura.

Las decisiones se basan en datos, no en intuiciones.

¿Lo sabías? Un TMS no sustituye al ERP ni al WMS

Un TMS (Transport Management System) cubre lo que ni el ERP ni el WMS gestionan:

la ejecución del transporte en condiciones reales.

Diferencias entre WMS, ERP y TMS

Tienes un ERP para los pedidos.

Un WMS para el almacén.

¿Y el transporte?

Correos interminables, llamadas para encontrar un palé, excels para hacer el seguimiento manual…

Pasa en todos lados: el transporte es el gran olvidado de la digitalización.

Justo donde se acumulan los problemas.

Muchos equipos logísticos creen tener que elegir entre ERP, WMS y TMS.

Pero no son excluyentes: están diseñados para trabajar juntos, cada uno en su tramo de la cadena.

ERP, WMS y TMS: no son competidores, sino complementarios.

El ERP centraliza los datos clave de la empresa: pedidos, producción, facturación.

El WMS gestiona las operaciones internas del almacén: recepción, almacenamiento, picking, expedición.

El TMS se encarga de los flujos de transporte: asignación de cargas, seguimiento, prueba de entrega.

Cada uno interviene en una etapa distinta de la cadena. Una logística eficiente necesita que los tres trabajen de forma coordinada y sin fricciones.

Función / HerramientaTMS (Transport Management System)ERP (Enterprise Resource Planning)WMS (Warehouse Management System)

Para qué sirve

Organizar y seguir los flujos de transporte

Centralizar la gestión empresarial

Gestionar los flujos del almacén

Aplicación concreta

Planificación, seguimiento, eCMR, POD, análisis de costes

Pedidos, proveedores, facturación, RRHH, producción

Recepción, almacenamiento, picking, expedición

Cuándo interviene

Desde que el pedido sale del almacén

Durante todo el ciclo de gestión

Desde la recepción hasta la expedición

Usuarios principales

Transporte, logística, atención cliente

Dirección, administración, finanzas

Operarios, responsables de almacén

Con qué se conecta

Transportistas, tracking, ERP, WMS

Todos los sistemas de gestión

ERP, a veces TMS

Tabla comparativa: ERP vs WMS vs TMS

WMS, WES y WCS: cada uno con su función, todos conectados

La complementariedad entre ERP, WMS y TMS es bien conocida.

Pero cuando el almacén gana en complejidad ( robotización, alto ritmo, gestión fina de los recursos..) hacen falta nuevos niveles de control.

Ahí entran en juego dos sistemas menos conocidos pero clave:

  • WMS: el núcleo estratégico. Decide qué hacer.

  • WES (Warehouse Execution System): organiza cuándo y en qué orden se ejecutan las tareas.

  • WCS (Warehouse Control System): ejecuta físicamente las órdenes. Controla cintas transportadoras, robots, elevadores, etc.

Este trío (WMS, WES y WCS)  forma una arquitectura operativa fluida, sin latencias ni interrupciones, donde cada movimiento físico responde a una lógica clara.

El resultado es un almacén que mantiene su ritmo, incluso durante picos de actividad.

Optimice sus envíos. Pruebe nuestro módulo de planificación.

¿Qué tecnologías refuerzan la eficacia de un WMS?

Una persona con chaleco de seguridad trabaja en un escritorio con dos monitores en un gran almacén, revisando documentos y datos en las pantallas, como parte de la gestión operativa con un WMS (sistema de gestión de almacenes).

Si estás comparando WMS, estas son cuatro tecnologías probadas que pueden marcar la diferencia.

Cada una responde a una necesidad concreta. Retén solo las que encajan con tu realidad.

IoT logístico: conectar objetos a procesos

¿Para qué sirve?

Controlar la temperatura de un lote, localizar una paleta en segundos, detectar golpes en la manipulación.

¿Cuándo planteárselo?

  • Si trabajas con productos frescos, farma o químicos con exigencias de trazabilidad

  • Si pierdes tiempo localizando productos de alto valor o reconstruyendo historiales de calidad

¿Qué gana el WMS?

Los sensores envían sus datos en tiempo real al sistema: alertas inmediatas ante desvíos, visualización en el plano de almacén, informes listos para auditorías.

Robots de almacén: automatizar tareas físicas

¿Para qué sirve?

Delegar en AGV o AMR los traslados largos o el almacenamiento, y reducir la carga de los carretilleros.

¿Cuándo planteárselo?

  • Cuando el flujo interno consume demasiados recursos, sobre todo en temporadas altas

  • Si los recorridos generan fatiga o ralentizan los ciclos

¿Qué gana el WMS?

El robot recibe las órdenes desde el WMS, deja la paleta, valida la ubicación.

Cada acción queda registrada sin intervención manual.

Realidad aumentada para guiar al personal

¿Para qué sirve?

Mostrar en pantalla la referencia a recoger, su imagen y cantidad, con validación automática vía escáner.

¿Cuándo planteárselo?

  • Si el error en picking es alto y aumentan las devoluciones

  • Si tienes que formar a personal temporal con rapidez

¿Qué gana el WMS?

La lista de picking baja en tiempo real y se confirma directamente.

Menos errores, más rendimiento sin necesidad de aumentar la presión.

Inteligencia artificial para anticipar la demanda

¿Para qué sirve?

Analizar ventas, picos estacionales y comportamiento de producto para ajustar stock, ubicaciones y plantilla.

¿Cuándo planteárselo?

  • Si sufres roturas de stock o sobrecostes por exceso

  • Si los picos te obligan a contratar de urgencia

¿Qué gana el WMS?

Recomendaciones claras: mover una referencia para reducir recorridos, prever cantidades óptimas, planificar personal con semanas de antelación.

Nuestro TMS ha sido diseñado para eliminar estos bloqueos, en cuanto el WMS está (o estará) en marcha

Mujer con chaleco de seguridad amarillo habla por teléfono mientras sostiene unos documentos, en un entorno de almacén gestionado con un WMS (sistema de gestión de almacenes).

La plataforma Dashdoc está diseñada para conectarse fácilmente con un WMS.

Quizá estés en plena fase de estudio: ¿qué WMS elegir? ¿Cómo asegurarte de que no acabe siendo una herramienta aislada, desconectada del transporte y de la facturación?

En Dashdoc, cada semana hablamos con responsables logísticos que viven esta duda de forma muy concreta:

  • Un almacén que funciona, pero órdenes de transporte aún introducidas a mano

  • Conductores que llaman para saber en qué muelle cargar

  • Documentos en papel necesarios para facturar

Una API abierta y conectores listos para usar permiten conectar Dashdoc con la mayoría de los WMS y ERP del mercado.

Los datos de artículos, pedidos y estados logísticos suben automáticamente: sin duplicación, sin importaciones manuales.

Ahorre tiempo entre almacén y entrega. Pruebe la planificación Dashdoc.

Visibilidad en tiempo real, de extremo a extremo

  • ¿Pedido preparado? El transporte se crea en Dashdoc y se asigna a la flota más rentable (propia o subcontratada). La información se transmite directamente a la Aplicación Conductor, sin necesidad de llamadas.

  • ¿Carga completada? Se envía automáticamente la eCMR al cliente y se inicia la trazabilidad hasta la entrega. El acceso al documento se realiza directamente desde el Portal Clientes.

  • ¿Entrega validada? La pre-factura se genera al instante. Resultado: se eliminan hasta 10 días de espera entre ejecución y cobro

Beneficios comprobados, no teóricos

Las empresas que han conectado su WMS a Dashdoc han observado:

  • Hasta un 30 % más de productividad en los equipos de explotación

  • Entre 2 y 5 % de ahorro directo en planificación y recursos

Datos verificados en auditorías post-implementación junto a nuestros clientes no son estimaciones de marketing.

Dashdoc Flow: la pieza que faltaba en tu gestión de muelle

Mano del conductor sobre el volante, vista del salpicadero de un vehículo en una autopista abierta, con vegetación difusa y carretera al frente, en una operación de transporte que puede integrarse con un WMS (sistema de gestión de almacenes) para una logística más eficiente.

Incluso con un WMS eficiente, un almacén se bloquea si todos los camiones llegan a la vez.

Dashdoc Flow añade la capa de reserva de franjas horarias:

  • Los transportistas reservan online su cita

  • Tu equipo visualiza la jornada equilibrada en un planificador compartido

  • Los tiempos de espera se reducen (media observada: 40 %)

  • Mejora la puntualidad y se registran las alertas reales (retraso, incidencias de seguridad)

Flow se conecta sin coste adicional a Dashdoc TMS: una cita confirmada se integra directamente en la misión de transporte, y la información llega al conductor sin necesidad de llamadas.

¿Necesitas consejo?

F.A.Q Preguntas frecuentes sobre el WMS

¿Cuánto cuesta un WMS?

Depende del número de usuarios, complejidad de los flujos, conexiones necesarias y nivel de personalización.

En modalidad compra o suscripción (SaaS), los precios varían desde cientos hasta varios miles de euros al mes.

Lo importante es calcular el retorno: mejora de productividad, fiabilidad, reducción de errores.

Un buen WMS se amortiza rápidamente.

¿Un WMS es útil para pymes?

Sí, siempre que esté bien dimensionado.

No todas necesitan un sistema complejo, pero todas necesitan gestionar mejor su stock y evitar errores en picking o expedición.

Existen soluciones ligeras, modulares y sin sobrecarga técnica, adaptadas a las pymes.

¿Qué diferencia hay entre un WMS cloud y uno local?

  • WMS cloud (SaaS): alojado en servidores externos, accesible online. Sin instalación, sin mantenimiento interno, actualizaciones automáticas, ideal para equipos distribuidos o con varios almacenes.

  • WMS local (on-premise): instalado en tus propios servidores. Más control, pero requiere infraestructura y soporte interno.

¿Puedo conectar un WMS con mi ERP?

Sí, y es lo más recomendable.

Un WMS debe intercambiar datos automáticamente con tu ERP para evitar duplicidades y alinear logística, finanzas y ventas.

La clave está en la interoperabilidad y en una integración bien acompañada desde el inicio.

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