Camión azul con lona blanca estacionado en un camino forestal, ilustrando un entorno natural vinculado a la logística medioambiental.

Logística medioambiental: cómo reducir impactos sin perder rendimiento

TransportistaCargador

por Julia Boué, el 11/13/2025

7 min de lectura

💡

Para avanzar en una logística medioambiental más eficiente, la digitalización de los documentos es una palanca inmediata

Descargar la Guía de digitalización eCMR


Menos papel, menos errores y menos desplazamientos innecesarios: el eCMR hace sus flujos más ágiles y reduce el impacto operativo.


Una guía práctica para estructurar la transición hacia intercambios digitales más rápidos, fiables y coherentes con una logística sostenible.

Lo que debe saber sobre la logística medioambiental

Cada repostaje que sus equipos planifican, cada kilómetro en vacío y cada documento en papel extraviado tiene un coste, a menudo demasiado elevado.

Un coste económico, humano y, sobre todo, climático.

En los últimos años, el transporte por carretera ha iniciado una transformación estructural.

Pero en un contexto en el que las presiones económicas y ambientales se intensifican, es esencial saber dónde actuar para situarse en el lado correcto de la transición, tanto hoy como mañana.

¿Quiere entender qué abarca realmente la logística medioambiental?

Aquí tiene las bases para adoptar un enfoque que haga crecer el rendimiento tanto como brotan las hojas en primavera.

Logística medioambiental vs logística tradicional

Dos operarios con equipamiento de seguridad, uno con portátil y otro con una carpeta, trabajando junto a contenedores apilados en un contexto de logística medioambiental.

Una logística tradicional busca reducir costes.

Una logística medioambiental busca reducir impactos sin sacrificar el nivel de servicio.

A menudo se presentan como opuestas, cuando en realidad convergen.

En un sector donde el combustible supone hasta el 30 % del coste operativo , esta convergencia es tanto una necesidad como una estrategia.

Concretamente:

  • El ciclo de vida de un flujo se analiza de extremo a extremo: aprovisionamiento, almacenamiento, transporte y entrega.

  • Las emisiones dejan de ser estimaciones para convertirse en datos reales procedentes del TMS o de sensores embarcados.

  • El papel desaparece en favor del eCMR y de las pruebas de entrega digitales.

  • Las rutas se planifican según tasa de llenado, distancia y consumo, y no únicamente por el plazo.

AspectoLogística tradicionalLogística medioambiental

Objetivo principal

Reducir costes

Reducir impactos sin sacrificar el nivel de servicio

Enfoque del ciclo de vida

Visión parcial del flujo

Análisis completo de extremo a extremo (aprovisionamiento → almacenamiento → transporte → entrega)

Gestión de emisiones

Estimaciones aproximativas

Datos reales procedentes del TMS o sensores embarcados

Documentación

Papel, procesos manuales

eCMR y pruebas de entrega digitales

Planificación de rutas

Basada en plazos

Basada en tasa de llenado, distancia y consumo

Coste operativo ligado al combustible

Hasta 30 % del coste total (IRU, 2024)

Optimización del consumo y reducción de externalidades

Convergencia estratégica

Costes a corto plazo

Impacto + eficiencia: estrategia y necesidad simultánea

Quiero calcular mi CO₂ según la norma ISO 14083

Por qué la logística medioambiental se convierte en una palanca estratégica

En un contexto en el que los marcos regulatorios (Fit for 55, CSRD, ISO 14001) exigen trazar las emisiones en cada eslabón, la logística medioambiental se convierte en una palanca de competitividad.

Hay que medir rápido para justificar bien, demostrar a los socios que los compromisos no son solo declaraciones y evitar quedarse en el arcén mientras el mercado avanza.

Tres palancas clave

  • Rendimiento energético, gracias a la medición en tiempo real de consumos y emisiones.

  • Continuidad operativa, con flujos más legibles y por tanto más fiables.

  • Transparencia, que convierte el dato en ventaja competitiva ante clientes y partners.

Logística medioambiental: mejoras antes / después de la implantación

Cómo fijar sus objetivos de logística medioambiental

Antes de hablar de emisiones reducidas o de transporte “verde”, es imprescindible conocer dónde se sitúa realmente su impacto.

Entre el gasóleo consumido, los kilómetros en vacío y las horas de motor innecesarias, los verdaderos palancas no siempre están donde se imagina.

Identificar sus prioridades: transporte, almacenes, aprovisionamiento

Cinco trabajadores de almacén con chalecos amarillos revisan un documento entre estanterías llenas de cajas, en un entorno de logística medioambiental.

Cada empresa logística tiene su propio perfil de emisiones.

En un transportista regional, el principal vector será el gasóleo.

En la distribución, el foco se sitúa en los almacenes y la gestión energética.

En la industria, suele concentrarse en el aprovisionamiento y la frecuencia de suministro.

Para definir sus prioridades, comience por cartografiar sus fuentes de emisión:

  • Analizar las facturas de combustible y los informes telemáticos.

  • Identificar zonas de sobreconsumo (espera en muelle, trayectos en vacío, rutas mal equilibradas).

  • Evaluar el rendimiento energético de los centros logísticos (calefacción, manutención, iluminación).

  • Clasificar a los proveedores según su distancia y la regularidad de sus flujos.

El objetivo no es revolucionarlo todo, sino detectar el punto de acción más eficaz, aquel en el que un simple ajuste genera un efecto visible en sus flujos.

Medir su impacto: los indicadores adecuados

En logística medioambiental, medir es actuar.

Los indicadores relevantes no son los que adornan un informe de sostenibilidad, sino los que cambian una decisión operativa.

Los cuatro indicadores prioritarios:

  • CO₂ / tonelada.kilómetro: para evaluar la eficiencia en carbono de los flujos.

  • Kilómetros en vacío: para identificar pérdidas logísticas evitables.

  • Consumo medio / 100 km: para detectar diferencias de conducción o de carga.

  • Tasa de llenado media: para medir la relación entre volumen transportado y capacidad realmente utilizada.

Indicadores clave de rendimiento medioambiental

IndicadorDefiniciónMétodo de cálculoHerramienta de seguimiento

CO₂ / tonelada.km

Emisiones en relación con el volumen transportado

Emisiones totales / tonelada.km

TMS + datos telemáticos

Km en vacío

Distancia recorrida sin carga

(Km vacíos / km totales) × 100

Módulo de planificación TMS

Consumo medio

L/100 km o kWh/100 km

Consumo total / distancia

Sensores embarcados, eCMR

Tasa de llenado

Capacidad utilizada vs total disponible

(Volumen transportado / capacidad máxima) × 100

TMS + seguimiento de aforos

Quiero centralizar mis datos de CO₂ en una sola herramienta

Puede tranquilizar a sus perfiles más senior: estos indicadores no sustituyen la experiencia del terreno, la prolongan.

Transforman la intuición en palancas medibles, y permiten a los más experimentados validar lo que ya saben… pero con pruebas en la mano.

Alinear la estrategia medioambiental y económica

Una logística medioambiental eficaz no busca “hacer lo correcto para el planeta” a costa de la rentabilidad: pretende optimizar ambas a la vez.

Reducir los kilómetros en vacío, mutualizar flujos o ajustar los horarios de entrega implica tanto CO₂ evitado como euros ahorrados.

Para sostener esta dinámica:

  • Fijar objetivos concretos y medibles, por ejemplo sobre un flujo piloto o un tipo de ruta.

  • Hacer evolucionar estos objetivos a partir de los datos reales, no de las intenciones.

  • Integrar los resultados medioambientales en los indicadores de rendimiento del transporte, igual que los costes o la puntualidad.

Una estrategia medioambiental solo tiene valor si habla el mismo idioma que la performance operativa.

Las 5 etapas para implantar una logística medioambiental de alto rendimiento

Dos operarios con casco y mono de trabajo consultan un portátil en un almacén con cajas al fondo, en un contexto de logística medioambiental.

Etapa 1 — Diagnosticar sus emisiones y sus flujos

Todo proyecto serio comienza por una trazabilidad de emisiones conforme a los estándares (ISO 14083, GLEC Framework, ADEME). Esto implica distinguir:

  • Emisiones directas (Scope 1): combustibles, vehículos propios.

  • Emisiones indirectas controladas (Scope 2): energía utilizada en los sitios.

  • Emisiones aguas arriba y abajo (Scope 3): subcontratación, afretamiento, almacenamiento externalizado.

En la práctica, consiste en conectar tres flujos:

  • Los consumos reales procedentes de la telemática embarcada o del software TMS.

  • Los datos energéticos de los almacenes (electricidad, equipos de manutención, calefacción).

  • Los contratos de proveedores (distancias, frecuencia, tipo de transporte).

Una vez consolidados estos datos, el análisis revela los “puntos calientes de carbono”: rutas mal dimensionadas, retornos en vacío recurrentes, sobrecapacidad estructural.

Etapa 2 — Digitalizar sus operaciones logísticas con un TMS

Es imposible avanzar sin un sistema de gestión integrado.

Un software TMS de transporte permite centralizar los flujos y, sobre todo, convertir los datos de transporte en indicadores medioambientales fiables.

Las empresas maduras utilizan su TMS para:

  • Agregar los datos de consumo de combustible y convertirlos automáticamente en emisiones de CO₂.

  • Relacionar cada trayecto con un afretamiento o un cliente, para obtener ratios por flujo o por cliente.

  • Cruzar los datos de ETA y kilometraje con los informes de llenado para identificar optimizaciones posibles.

  • Automatizar la consolidación de carbono según los marcos reconocidos (DEFRA, Base Carbone ADEME).

Un TMS se convierte así en un verdadero sistema de gestión medioambiental, tanto para el reporting como para la toma de decisiones del día a día.

Etapa 3 — Optimizar sus rutas y reducir los kilómetros en vacío

Este es el corazón operativo de la logística medioambiental.

Reducir esta cifra mejora simultáneamente el rendimiento energético, el margen y la calidad de servicio.

Los palancas más eficaces combinan tecnología e ingeniería de flujos:

  • Planificación predictiva: ajustar las rutas según los ETA y las variaciones de volumen de los clientes.

  • Backhauling inteligente: mutualizar los trayectos de retorno entre transportistas socios.

  • Optimización multimodal: trasladar flujos estructurales al ferrocarril o al fluvial cuando es coherente económicamente.

  • Eco-conducción asistida por telemática: análisis del comportamiento del conductor, velocidad, frenadas, ralentí del motor.

Cada acción sobre las rutas influye directamente en el balance de carbono, pero también en los costes de mantenimiento, las horas de conducción y la puntualidad global.

Etapa 4 — Implicar a sus equipos en los indicadores medioambientales

Tres trabajadores de almacén con chalecos de seguridad consultan la logística en un ordenador, con estanterías de cajas al fondo, en un contexto de logística medioambiental.

Ninguna transformación logística tiene éxito sin el factor humano.

El principal freno de la logística medioambiental no es tecnológico, es cultural.

Para que un plan de descarbonización funcione, los equipos deben ver el vínculo entre su actividad diaria y los indicadores de sostenibilidad.

Por eso los actores más avanzados integran la performance medioambiental en la gestión operativa:

  • Los operadores siguen los indicadores de llenado y kilómetros en vacío igual que los OTIF.

  • Los conductores reciben informes de conducción anonimizados que valoran la progresión.

  • Los jefes de sitio incluyen la eficiencia energética en sus reuniones mensuales.

Un panel compartido, feedbacks concretos, comparativas en el tiempo. Así es como una “política de RSC transporte” se convierte en un reflejo operativo.

Etapa 5 — Pilotar y ajustar sus resultados en el tiempo

La performance medioambiental es un proceso tan vivo como la naturaleza que se busca proteger.

Debe gestionarse con la misma disciplina que un presupuesto o un plan de carga.

Un pilotaje realmente eficaz se apoya en tres ciclos:

  • Medición continua: emisiones, consumos y tasas de llenado deben actualizarse automáticamente (vía TMS o API telemática).

  • Análisis mensual: comparar resultados por sitio, cliente o línea para detectar desviaciones.

  • Ciclo de mejora: ajustar objetivos según el terreno y los avances reales.

Cómo aplican la logística medioambiental los actores del transporte en el terreno

Transporte por carretera: sobriedad y planificación fina

El transporte por carretera sigue siendo el pilar de las cadenas logísticas europeas y, por tanto, el primer vector de descarbonización.

La prioridad hoy no es solo “conducir limpio”, sino conducir útil.

Camión frigorífico blanco circulando por una autopista rodeada de vegetación y cielo nublado, representando un transporte eficiente dentro de la logística medioambiental.

Los transportistas más avanzados trabajan en tres ejes:

  • Reducción de kilómetros en vacío: mutualización de trayectos vía plataformas colaborativas o IA integrada en el sistema de gestión del transporte TMS.

  • Transición energética: migración progresiva hacia biocarburantes como B100 o HVO, combinada con un seguimiento preciso del rendimiento del motor.

  • Optimización en tiempo real: ajuste de rutas según tráfico, disponibilidad de muelles o ETA de los clientes con ayuda de la visibilidad transport (RTTV).

Distribución urbana: conciliar rapidez y zonas de bajas emisiones

Las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones) exigen una transformación profunda de los modelos de distribución urbana.

Los operadores deben entregar rápido, pero sin superar los límites reglamentarios de CO₂ o partículas.

Los palancas concretos incluyen:

  • Micro-logística: hubs urbanos o contenedores móviles para reducir los kilómetros del “último metro”.

  • Flotas de bajas emisiones: vehículos eléctricos o GNV para las entregas en ciudad, combinados con térmicos optimizados para la periferia.

  • Mutualización de flujos: agrupación de entregas de varias marcas en un mismo circuito mediante planificación colaborativa.

Industria: sincronizar producción y logística medioambiental

En el sector industrial, la logística medioambiental se juega entre la planificación de producción y el transporte.

Un desajuste entre el MRP y el TMS puede generar sobrestocks, rutas parciales o tiempos de espera de camiones en planta.

Las empresas líderes conectan ya sus sistemas:

  • Las previsiones de producción alimentan en tiempo real los planes de transporte.

  • Las capacidades de carga se ajustan según disponibilidades reales de los sitios.

  • Los picos de actividad se suavizan gracias a la visibilidad intersites.

Este alineamiento evita los “viajes forzados” y convierte la planificación en una palanca medioambiental.

Agroalimentario: trazabilidad y cadena de frío controlada

En el agroalimentario, la performance medioambiental depende tanto de la eficiencia energética como de la conformidad sanitaria.

Cada desviación de temperatura o cada rodeo innecesario tiene un coste en carbono y económico.

Los actores del sector se apoyan en:

  • Sensores IoT para monitorizar temperatura y aperturas de puerta en tiempo real.

  • Herramientas de planificación que optimizan la secuenciación de rutas según las exigencias HACCP.

  • Informes automáticos que cruzan datos de ruta, consumo y temperatura para detectar desviaciones críticas.

Aquí, la logística medioambiental se confunde con la calidad del producto: garantizar la cadena de frío evita desperdicios y pérdidas, dos fuentes mayores de emisiones indirectas.

Logística medioambiental por sector: retos, palancas e indicadores clave

SectorRetos principalesPalancas de acciónIndicadores seguidos

Transporte por carretera

Km en vacío, consumo de combustible

TMS conectado, planificación predictiva, combustibles alternativos

CO₂/km, tasa de llenado, coste/tonelada.km

Distribución urbana

ZBE, congestión, último kilómetro

Mutualización, micro-hubs, vehículos eléctricos

Emisiones por envío, entregas a tiempo, distancia media

Industria

Sincronización producción/logística

Conexión MRP–TMS, planificación intersites

OTIF, stock inmovilizado, emisiones por flujo

Agroalimentario

Desperdicio, cadena de frío

IoT, planificación HACCP, eCMR

Temp. media, % rutas conformes, CO₂/tonelada entregada

Los retos medibles de una logística medioambiental hoy

La logística medioambiental avanza, pero no todo es… verde.

Las ambiciones son claras; los recorridos, menos.

Entre normativas que se precisan, indicadores que se multiplican y objetivos a veces contradictorios, el camino sigue lleno de arbitrajes.

Aquí le explicamos cómo identificarlos y, sobre todo, cómo evitarlos.

Quiero un reporting de CO₂ fiable y sin hojas Excel

1. El coste operativo real de la transición energética

Pasar al B100, al GNV o a la electricidad no consiste solo en cambiar de combustible: implica repensar todo el modelo económico del transporte.

  • El B100 (biodiésel 100 % vegetal) reduce las emisiones de CO₂, pero requiere una logística de aprovisionamiento específica.

  • El GNV limita la contaminación local, pero depende del número real de estaciones y de los costes de mantenimiento.

  • La electricidad elimina las emisiones directas, pero con autonomía limitada y tiempos de carga largos.

Resultado: el TCO (Total Cost of Ownership) aumenta, no solo por el precio de adquisición, sino por el tiempo de explotación:

  • Autonomía más baja.

  • Repostajes más largos.

  • Menor rotación de vehículos.

Para anticiparlo, los transportistas más avanzados:

  • cruzan el coste del combustible con los kilómetros en vacío para identificar flujos de alto potencial,

  • ajustan el plan de transporte según el tipo de energía disponible en cada zona,

  • integran el consumo real en su TMS para seguir las desviaciones día a día.

2. La falta de infraestructuras para carburantes alternativos

La transición hacia el GNV, bioGNV, HVO o eléctrico depende menos de los vehículos que del tejido de abastecimiento disponible.

El HVO (Hydrotreated Vegetable Oil) es un biocarburante de nueva generación, compatible con motores diésel y con una fuerte reducción de emisiones… pero difícil de desplegar por la falta de puntos de suministro.

Las empresas más avanzadas se apoyan en mapas dinámicos integrados en su TMS para:

  • planificar las paradas según estaciones realmente disponibles,

  • evitar desvíos innecesarios,

  • anticipar cierres o saturaciones de puntos de recarga.

La transición avanza rápido en los grandes ejes, pero sigue limitada en zonas secundarias donde el mallado energético no acompaña todavía el ritmo de las ambiciones.

3. Datos medioambientales aún demasiado desconectados del terreno

Hombre analizando gráficos en un ordenador dentro de un gran almacén con estanterías llenas de cajas, en un contexto de logística medioambiental.

Los datos de carbono suelen tratarse a final de año, sin relación con la explotación.

Pero para ser útiles deben alimentar la decisión diaria: asignación de vehículos, elección de un operador, optimización de rutas.

Un TMS conectado permite centralizar tres fuentes clave:

  • Consumo de combustible por vehículo

  • Emisiones por trayecto (según ISO 14083)

  • Tasa de llenado real

Estos indicadores permiten identificar palancas reales de reducción, no solo rellenar informes de sostenibilidad.

4. Una normativa densa y a veces contradictoria

Entre la CSRD, el marco GLEC, los compromisos FRET21 y los balances de carbono obligatorios, el entorno regulatorio se ha vuelto complejo.

El riesgo: multiplicar cálculos, excels y… duplicidades.

Las direcciones logísticas avanzadas se organizan unificando sus marcos:

  • un único formato de emisiones (CO₂e/tonelada.km),

  • una sola base energética,

  • una herramienta única compartida por RSC, finanzas y explotación.

Cómo Dashdoc refuerza su logística medioambiental

Cada día, sus equipos equilibran planificación, costes y exigencias de clientes.

El tema del CO₂ se añade a todo lo demás, a menudo sin herramientas adecuadas.

Trabajador sonriente con chaleco de alta visibilidad sostiene un casco azul y utiliza una tableta en un almacén con estanterías de cajas, en un entorno de logística medioambiental.

Dashdoc simplifica esa realidad: usted mide, ajusta y demuestra su rendimiento medioambiental directamente desde su TMS.

Siga consumos y emisiones en tiempo real

Crea un pedido de transporte y Dashdoc calcula automáticamente las emisiones. El TMS aplica la norma ISO 14083:2023 y se conecta a la plataforma EVE (ADEME) para garantizar la conformidad.

En unos clics puede visualizar:

  • las emisiones por cliente, sitio o trayecto,

  • los consumos reales por vehículo,

  • las comparativas entre periodos.

Ya no sufre el dato carbono: lo pilota. Sus equipos ganan tiempo, sus informes ganan fiabilidad.

Quiero automatizar mi reporting de CO₂ y simplificar mis obligaciones de RSC.

¡Suscríbete a nuestro boletín para recibir nuestros artículos directamente en tu bandeja de entrada!